El Castillo de Chapultepec

El Castillo de Chapultepec y su mágica historia

El Castillo de Chapultepec alberga el patrimonio histórico más representativo de México en épocas como la Conquista, la Independencia y la Revolución; está construido en la cima del cerro Chapultepec (que proviene del náhuatl chapoltepēc, que significa “en el cerro del saltamontes”).

La construcción del castillo se inició en 1785 a las órdenes del virrey Bernardo de Gálvez, antes de ser asumido por Manuel Agustín Mascaró tras la marcha del arquitecto original. Finalmente, después de su finalización y numerosos intentos por parte de la Corona española de vender el castillo a un precio reducido, el gobierno municipal de la Ciudad de México lo compró en 1806. 

El Castillo de Chapultepec
Castillo de Chapultepec By SMU Libraries Digital Collection
Guerra de Independencia

A pesar de haber sido abandonado durante la Guerra de la Independencia, durante la Guerra México-Estadounidense (1846-1848), el Castillo de Chapultepec tuvo un papel que desempeñar. La Batalla de Chapultepec se libró en septiembre de 1847, donde 2.000 soldados estadounidenses atacaron a 880 mexicanos. El ejército estadounidense logró tomar Chapultepec, que estaba en una posición importante para defender la Ciudad de México.

En el curso de esta batalla, cinco cadetes militares mexicanos y su instructor se negaron a retroceder cuando se ordenó la retirada. Todos tenían entre 13 y 19 años. De acuerdo a la historia, el último cadete en pie agarró una bandera mexicana, se la envolvió y saltó del Castillo de Chapultepec para evitar que la bandera cayera en manos enemigas.

El Castillo de Chapultepec
Castillo de Chapultepec by nava22mx licencia CC-BY-NC-SA-2

Entre 1864 y 1867, época del Segundo Imperio Mexicano, el Castillo de Chapultepec se convirtió en la residencia oficial del emperador Maximiliano I y su esposa, la emperatriz Carlota. En esta época el castillo se conocía como Castillo de Miravalle. Maximiliano contrató a varios arquitectos para hacer el lugar más habitable, basándolo en su Villa italiana.

Gran Boulevard

Como el castillo estaba en las afueras de la Ciudad de México, el Emperador también ordenó que se construyera un gran boulevard. Esto conectaría la residencia real con el centro de la ciudad. Y así nació Paseo de la Reforma.

El castillo albergó a los presidentes de México hasta 1939, cuando el presidente Lázaro Cárdenas lo convirtió en el Museo Nacional de Historia.

En la planta superior, las opulentas habitaciones son obra de Porfirio Díaz, quien a finales del siglo XIX fue el primer presidente en utilizar el castillo como residencia. En el centro hay un patio donde una torre marca la cima del cerro Chapultepec, a 45 metros sobre el nivel de la calle. 

El extremo este del castillo conserva aún una parte del palacio de Maximiliano de Habsburgo, con salones suntuosamente amueblados que se abren a una terraza exterior que ofrece vistas panorámicas de la ciudad.

Actualmente en el museo se pueden encontrar doce exposiciones permanentes que incluyen las salas de historia y el Alcázar. El edificio está lleno de murales, entre los cuales destacan algunas obras de Orozco y Siqueiros; aunque los más poderosos son de Juan O’Gorman.

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