Studebaker en la Carrera Panamericana
Un compendio histórico desde su primera participación hasta lograr el protagonismo en la era moderna
La Carrera Panamericana es una extenuante justa deportiva, que representa una prueba a la resistencia y a la capacidad de los equipos preparadores, para poner a punto los vehículos clásicos que atravesarán México de sur a norte, en una carrera de velocidad a lo largo de más de tres mil kilómetros, durante 7 intensos días, con territorios desafiantes y altitudes que van de los cero metros sobre el nivel del mar a más de cuatro mil en las sierras mexicanas.
Esto representa un exigente reto para los autos y para los pilotos, si sumamos las condiciones climáticas y el corto tiempo que se tiene para trasladarse de un estado a otro, para llegar puntualmente al arranque de la siguiente etapa de velocidad.
La Panamericana se volvió desde su nacimiento en la década de los 50’s, en un referente deportivo de lo extremo, de lo difícil, de lo inconquistable. Inclusive importantes marcas como Porsche y Tag Heuer, decidieron nombrar sus creaciones más extremas y exclusivas como “Carrera”, en alusión a este gran reto deportivo único en su tipo.
En la era moderna, cuando vuelve La Carrera Panamericana a los caminos de México, se implementó el formato de rally, ya que, si bien la idea era hacer una carrera de velocidad por carreteras originales, como en las primeras ediciones de la época antigua, en los ochenta era prácticamente imposible que toda la ruta fuera de velocidad plena, debido al tráfico intenso y la dificultad para cerrar caminos durante mucho tiempo.
Por esta razón, los trayectos entre un punto y otro se dividieron en tramos de tránsito, en donde los competidores debían respetar los límites máximos de velocidad en carreteras y autopistas, mientras que en los tramos cronometrados, los autos y sus tripulaciones tenían que llegar a las metas en el menor tiempo posible a máxima velocidad.
Desde aquella primera carrera de la época moderna, en 1988, hasta la fecha, la supremacía de una marca de vehículos ha sido notoria, nos referimos a la extinta Studebaker, en especial con sus dos modelos Champion y Commander.
Los nombres de sus modelos son un tanto peculiares, pero precisamente es algo que los hace fácil de recordar, además de que parece ser que sus creadores los bautizaron para hacerle honor a sus denominaciones.
Gracias a su innovador diseño aerodinámico, los Studebakers han logrado obtener 28 victorias en La Carrera de México, hasta la fecha.
Studebaker Dictator 1934
Obviamente correr en un carro antiguo no representa ningún problema para la Carrera Panamericana. El Studebaker Dictator 1934 propiedad de Gilberto Jiménez, ha sido uno de los autos más veteranos y originales de la competición.
Solo hay cinco en el mundo, este es el único adecuado para competir y lo ha hecho varias veces en La Pana, compitiendo por los primeros lugares de su categoría, nada mal para un veterano de 89 años. El Stude tiene un motor V8302 Chevrolet con 400 caballos de fuerza.
Studebaker Champion
Son los más conocidos debido a su potencia y protagonismo, ya que pelean los primeros lugares en los resultados absolutos en las categorías Turismo de Producción y Turismo Mayor. Te presentamos algunos de ellos:
Studebaker Commander
El Commander es un modelo más difícil de encontrar en La Carrera, pero eso no le resta competitividad ni presencia. Te presentamos dos dignos representantes:
¿Te gustan los Studebakers? Disfruta el rugir de sus motores del 13 al 19 de octubre y se parte de La Leyenda.
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¡La Leyenda continúa!
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