Maserati en La Carrera Panamericana

Maserati en La Carrera Panamericana

El recorrido del tridente italiano en México

A principios del siglo XX, con el movimiento futurista en pleno auge, los hermanos Maserati sentían verdadera fascinación por la mecánica y la velocidad.

Se señala el 1 de diciembre de 1914 como el inicio de Maserati, cuando Alfieri II Maserati decidió independizarse y fundar la “Società Anonima Officine Alfieri Maserati”.

Sus hermanos Ettore y Ernesto se le unieron y poco después lo hizo Bindo.

En un principio, la empresa no fabricaba vehículos propios, se dedicaba a preparar coches para competir en carreras automovilísticas. En los años veinte, tras muchos años de preparación, Maserati hizo una entrada muy osada en el universo de los deportes de motor.

Tras la I Guerra Mundial, Alfieri tuvo una idea: instalar un motor Isotta de aviación en un chasis Diatto para competir, previamente había montado un moor Hispano Suiza en un Isotta Fraschini.

Oficialmente lo denominó Tipo Especial Alfieri Maserati y consiguió numerosas victorias.

En 1926, Alfieri, Ernesto y Ettore lanzaron su primer coche de carreras: el Tipo 26. Durante su debut en la competición de Targa Florio, en Sicilia, el modelo exhibió con orgullo el Tridente por primera vez e introdujo un nuevo protagonista en el universo de los coches deportivos.

Maserati Tipo 26 con Alfieri Maserati, Emilio Materassi, Guerino Bertocchi y Ettore Maserati

En 1929, el piloto de carreras Mario Umberto Borzacchini marcó el nuevo récord mundial para la Clase C al volante de un Maserati V4 de 16 cilindros al recorrer 10 kilómetros a la velocidad de 246,069 km/h.

Este récord se mantuvo hasta 1937. Maserati no paraba de cosechar victorias.

Alfieri Maserati era una persona con visión, hábil con la mecánica y bueno con las relaciones públicas. Él es el responsable de que Maserati evolucionara de un taller de personalización de coches deportivos a un fabricante de coches de carreras de gran prestigio.

Con el piloto estadounidense Wilbur Shaw al volante del 8CT, rebautizado como Boyle Special, ganador de las ediciones de 1939 y1940 del Indianapolis 500. Maserati es aún hoy en día el único fabricante de coches que ha ganado este trofeo con un vehículo de fabricación 100 % propia.

La década presenció a las leyendas de la competición, el británico Stirling Moss y el argentino Juan Manuel Fangio, al volante del icónico 250F. Con su Maserati, Juan Manuel Fangio ganó dos campeonatos de F1.

En 1953 Fangio era piloto de Maserati, pero obtuvo el permiso para correr La Carrera Panamericana con el equipo Lancia, llevándose el trofeo y los laureles en esa icónica edición.

En los 60’s, la industria del automóvil estaba cambiando de forma radical y los Orsi tenían que encontrar un socio que estuviera a la altura del reto de asegurar el futuro de la marca, motivo por el que Maserati fue vendida a Citroën en 1968.

Maserati estaba a punto de cerrar cuando Peugeot y GEPI, el grupo financiero público italiano, la compraron y nombraron como CEO al empresario argentino, Alejandro De Tomaso.

En los noventa, la adquisición de Maserati por parte del Grupo Fiat abrió el camino a que dos rivales históricos, el Tridente y el Caballo Encabritado de Ferrari colaboran.

Maserati en el Automovilismo Deportivo

Los primeros monoplaza de carrera de los hermanos Maserati impresionaron rápidamente al mundo gracias a su potencia y belleza, destaca por ejemplo, el mítico Maserati Tipo V4 de 16 cilindros, que obtuvo el reconocimiento del auto más rápido del mundo en 1929 al lograr una velocidad máxima de 246 km/h, pilotado por el italiano (y héroe local) Mario Umberto Borzacchini.

Otro gran ejemplo de velocidad y belleza unificada es sin duda el Maserati 8CTF, un poderoso deportivo con motor V8 que alcanzaba los 290 km/h de velocidad punta, un cohete sobre ruedas con el que el piloto estadounidense Warren Wilbur Shaw logró conquistar las 500 Millas de Indianápolis en 1937, 1939 y 1940.

1950 marcó el inicio de lo que sería cuatro años después la Fórmula 1. Maserati estuvo allí desde la primera carrera, aunque considerando el reglamento de esta primera fase, sus coches fueron todavía clasificados como F2.

La leyenda de Maserati, como bien observamos, fue adquiriendo rápidamente más y más reconocimiento, encontrando en 1954 y 1957, dos de sus años más memorables gracias a los títulos mundiales de F1 conseguidos por el legendario piloto argentino Juan Manuel Fangio a bordo del icónico Maserati 250F, un monoplaza que en su última actualización, montó un poderoso bloque V12 que generaba una velocidad máxima de 315 km/h.

Las hazañas marcadas por la velocidad de Mario Umberto Borzacchini, Warren Wilbur Shaw y Juan Manuel Fangio colocaron rápidamente a la marca italiana en el centro del mundo de las carreras de autos, tal fue el impacto e influencia generados, que pilotos de todo el mundo buscaban ingresar a las filas de Maserati para convertirse en campeones. Pero se necesitaba talento y fortuna para vestirse con la firma del tridente.

Uno de esos afortunados fue el talentoso volante mexicano Pedro Rodríguez de la Vega, quien conquistó el Gran Premio de Sudáfrica a bordo de un Cooper-Maserati, lo que significó uno de los grandes hitos en la historia del automovilismo mexicano, además de la última victoria para un monoplaza Maserati en la F1.

El Maserati Mexico

El Maserati Mexico se convirtió en el punto de encuentro entre la firma del tridente y nuestro país, uno de los coupés 2+2 más elegantes y exclusivos de la época. Entre 1966 y 1972 se fabricaron únicamente 485 unidades.

Los coupés de cuatro plazas de la marca llevan el nombre de algún circuito. El Maserati Mexico es la excepción a la regla, ya que lleva el nombre de nuestro país en honor al expresidente Adolfo López Mateos, quien ocupó el cargo en el sexenio de 1958 a 1964.

El Mexico fue presentado por primera vez en el Auto Show de Turín de 1965, sólo como vehículo de exhibición. Aquel prototipo utilizaba el chasís de un Maserati 5000 GT accidentado, que pertenecía al expresidente de México.

Maserati en La Carrera Panamericana
Maserati Mexico FOTO: motorpasion.com.mx

Al entrar a producción, en agosto de 1966, la marca decidió bautizarlo con ese nombre en honor a López Mateos, a quien fue entregada esa primera unidad de exhibición.

Únicamente se produjeron 175 unidades con el motor de 4.7 litros; el resto (305 unidades) llevaron motor de 4.2 litros. Por su producción tan limitada, los Maserati Mexico son bastante codiciados entre coleccionistas.

La marca, además, guarda un cariño especial hacia este modelo por una coincidencia en la temporada de Fórmula 1 de 1966: el año en que comenzó la producción del Mexico, la escudería Cooper-Maserati ganó el Gran Premio de México, con John Surtees al volante.

El Tridente en La Carrera Panamericana

Este Maserati 3500 GT fue modificado en Holanda en la década de 1980 para los rallyes europeos o la Carrera Panamericana, esta última ya ha corrido un par de veces, construida como podría haber sido en la década de 1960.

Maserati en La Carrera Panamericana
1961 Maserati 3500 GT Coupé, FOTO: conceptcarz.com

En ese entonces, Maserati no tenía el presupuesto para desarrollar el automóvil para la competencia a pesar de que su motor era en sí mismo un desarrollo de su enormemente exitoso 350S, 3482cc, doble árbol de levas, motor de carrera de 6 cilindros y, por lo tanto, dispuesto y capaz.

Los primeros autos de producción venían con 220 caballos de fuerza, un excelente chasis tubular y suspensión y para 1961 los frenos de disco y una transmisión de 5 velocidades estaban en el catálogo.

Maserati en La Carrera Panamericana
Maserati Trofeo en la Pana 2010

Maserati puede participar en las siguientes categorías de La Carrera Panamericana, con diferentes modelos:

  • HISTÓRICA B: Maserati Sebring entre 1955 y 1974.
  • HISTÓRICA B PLUS: Maserati Mistral 3.7 L 1969-1970.
  • AUTOS DE EXHIBICIÓN: Maserati Sport GT.

¿Te gustaría conocer más sobre Maserati en La Carrera? ¡Acompáñanos del 13 al 19 de octubre en la edición No. 36!

 

¡La Leyenda continúa!

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