El arte de la reconstrucción

El arte de la reconstrucción

Construir, inventar, crear es un arte. Si hablamos de la recontrucción de autos es pasión y experiencia, es un tema que va más allá del gusto, es en esencia pura, la visión materializada por lo que frecuentemente se necesita la paciencia de esperar por mucho tiempo (a veces años) por la falta de componentes. El arte de la reconstrucción.

Un clásico nunca pasa de moda, un frase que más allá del cliché, los coleccionistas de automóviles saben a lo que me refiero. Hablando de autos en proceso de reconstrucción, el reto es sin duda, conseguir las piezas para lograr un auto con auténtico espíritu, de hecho, a veces se echa mano de la improvisación como la elaboración de piezas.

En México existen restauradores de importante reputación, Julio César Cuenca es uno de ellos, quien en repetidas ocasiones describe con emoción la ardua tarea de desarmar un auto con más de 50 años de historia. Para ello es necesario el conocimiento con la finalidad de no desvirtuar el ADN de la casa automovilística.

Los oficios involucrados deben ser tocados por la pasión, desde el mecánico hasta el punto culminante de un pintor. El proceso en si, es una experiencia muy gratificante cuando se logra un buen resultado.

Restaurar un auto, ahí no termina la historia después viene la continuidad con el mantenimiento, la responsabilidad del usuario de mantenerlo. Valorar, en primer lugar el costo de la reconstrucción que suele ser muy alto para después tenerlo en óptimas condiciones.

Si hablamos de la estética de un auto no solo nos tendríamos que centrar en la pintura por ejemplo, que si implica un proceso para lograr casi en su totalidad del color original, pero tendríamos que revisar los detalles en interiores, desde un espejo retrovisor hasta los pedales. Todo encierra un universo de creación.

Vamos sumando desafíos a la tarea de reconstrucción. Existen daños que pueden perjudicar directamente el funcionamiento mecánico de un auto, la corrosión por ejemplo, es un asesino silencioso, entonces aquí se tienen que hacer reemplazos de láminas. Si pensamos que fueron autos construidos en otro momento, bajo diferentes condiciones, adaptarlo es el hallazgo mecánico y estético lleno de entusiasmo.

Los reconstructores de autos clásicos son artesanos con un alto nivel de especialización, quizá por ello es difícil encontrarlos. Tienen el mérito de transformar una chatarra en un auto deseable e impecable. Un estilo de vida.

 

El arte de la reconstrucción.

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